
«Esto es Anfield», hogar del Liverpool FC. Y suena así, no lo olvides jamás en tu vida. Nunca un letrero tan obvio, el que se encuentran los jugadores que visitan Anfield Road antes de saltar al campo, estuvo tan repleto de significado. «This is Anfield», es normal que te tiemblen las rodillas cuando escuches ese torrente que es la afición del Liverpool.
La hinchada del Liverpool es una las más famosas del planeta fútbol por un puñado de buenas razones. Por su fidelidad, como queda patente en su lema: «You’ll Never Walk Alone». Sí, ese famoso y maravilloso himno que comparten con los hinchas del Celtic. Por número, lo que queda bien claro en cada partido en casa y en sus desplazamientos por toda Europa. Por su animosidad, por supuesto. Pero lo que distingue a los seguidores del Liverpool es que siempre tienen la mejor música. Es la ciudad de los Beatles, amigo.
Ya los has escuchado cantando «Fernando Torres, Liverpool number 9» con la melodía de When Jonnhy Comes Marching Home. Y cómo no, el pegadizo «He’s Virgil Van Dijk» que trajeron a la final de Champions League de Madrid en 2019. Miles de gargantas que suenan como una sola, más que las que caben en la mítica grada ‘The Kop’.
A pesar de la mala fama que precede a los hooligans ingleses, los aficionados Reds han sido reconocidos internacionalmente por su fair play. De hecho, en 2016 recibieron el galarón The Best de la FIFA junto a los aficionados del Borussia Dortmund. ¿Y qué hicieron para merecerlo? Pues cantar juntos el You’ll Never Walk Alone en Anfield, antes de un partido entre ambos equipos, cuando se cumplían 27 años de la tragedia de Hillsborough.

Bill Shankly, el faro
Hay pocos clubes donde la comunión entre la institución, la afición y los jugadores es tan estrecha como en el Liverpool. Las desgracias los han unido, por supuesto, al igual que los éxitos. Muchos y de gran magnitud, a pesar de contar con menos recursos que sus poderosos vecinos de Londres y Manchester. No obstante, si hay que quedarse con un asidero al que se agarran todos, empleados, jugadores y seguidores, ese es la figura de Bill Shankly.
El mítico entrenador escocés llevó al Liverpool de Segunda división al campeonato y, más que eso, fraguó el espíritu indomable y ganador que ya forma parte del ADN del club. Con sus excelentes resultados, pero también con sus ideas y con sus actos, se ganó el favor de la afición del Liverpool. Fue él quien mandó colocar ese cartel en los vestuarios: «This is Anfield», «para recordar a nuestros muchachos qué camiseta defienden y a nuestros adversarios contra quién juegan».