
El equipo más laureado de Francia no gana la Ligue 1 desde 1981, pero la sequía no parece importar a la afición del Saint-Étienne. De los más fieles y animosos del país, a pesar de todo.
Hubo un tiempo en que el «Sainté» dominó el fútbol francés, pero tras un escándalo financiero y posterior descenso, todo se fue a pique. Eclipsado por los poderosos PSG, Monaco, Olympique Marsella e incluso su máximo rival Lyon, el ASSE ha perdido el paso en este fútbol de ricos.
Y no es que todo esto sea un problema para Les Verts, que se mantienen entre las aficiones con mayor afluencia a los estadios. En especial si es para animar en el Derbi del Ródano, la encendida rivalidad que le une y separa del Olympique Lyonnaisse. Por esta enemistad vetaron un fichaje por su pasado en Lyon y se les clausuró el estadio por lanzar bengalas en un Derby du Rhône. En el siguiente partido, que tenía que celebrarse a puerta cerrada contra el Rennes, los hinchas se colaron en el estadio.
A pesar de todo, en Francia, la fama de ultras peligrosos es para el Olympique de Marsella. La hinchada más numerosa es la del PSG, que ha crecido sin parar en estos años de fervor inversor catarí. Más aún con Messi. Pero los seguidores del Saint-Étienne han visto a Platini, Herve Ravelli, Mekhloufia, Roger Milla… Y han recibido como héroes a los subcampeones de la Copa de Europa de 1976 (1-0 contra el Bayern en Glasgow). ¿Qué les vas a contar a estos irreductibles galos del Loira? Al contrario que los grandes clubes que captan a nuevos aficionados con títulos o grandes fichajes, la pasión verdiblanca se trasmite de padres a hijos. Hay verdadera cultura de fútbol en la ciudad.
El ex-entrenador Christophe Galtier comparó al club con el Liverpool, pero el ASSE y su afición tienen identidad propia. El Musée des Verts recoge buena parte de esta idiosincrasia, incluyendo la portería de palos cuadrados de aquella final de 1976 donde se estrellaron los disparos de Bathenay y Santini.
Pero es en el estadio Geoffroy-Guichard donde se aprecia la verdadera dimensión de la afición del Saint-Étienne. La Ligue 1 la nombró «campeones de tribuna de Francia» entre 2007 y 2009, por la fidelidad, atmósfera y animosidad. Se mantuvieron junto al equipo en el descenso y en las difíciles campañas en que se jugaba la permanencia. Y con capacidad limitada por obras en el estadio, Les Verts promediaron una asistencia de más de 30.000 personas. El apodo de Le Chaudron (‘El Caldero’) está bien tirado.
Numerosa en los desplazamientos, con clubes de fans en el resto de Francia y en el extranjero, la afición del Saint-Étienne es de las más destacadas del fútbol galo.