Italia no es un país, es al menos dos. Cualquiera que haya tenido la suerte de recorrerlo encontrará notables diferencias entre el norte y el sur. Con esta advertencia se entiende mejor lo que Maradona supuso para el club y para la afición del Nápoles. Sólo con ‘El Diego’ pudieron imponerse a los poderosos vecinos del norte.
Efectivamente, la SSC Napoli era un club modesto del sur que llegó a conquistar el Scudetto frente a los históricos dominadores del calcio. Nadie merecía más que el astro argentino rebautizar antiguo San Paolo, cuyas gradas rugen ahora como entonces con pura pasión sureña. La afición del Nápoles lleva sus colores con el orgullo de campeón adquirido en aquellos años mágicos de Maradona.
El Nápoles es el gran club del sur de Italia, el único que ha hecho frente a sus rivales AS Roma, AC Milan, Internazionale y Juventus. El único (doble) campeón de la Lega, campeón de la Copa de la Uefa, entre otros títulos. Gran referencia para esa mitad sur que ha asistido durante décadas como convidado de piedra al festín del fútbol italiano. Su afición es también la más relevante de esa vasta región del país.
Se estima que la Juve es el equipo más querido de la Serie A, seguido por los dos clubes de Milán. Después de ellos viene la ruidosa y fiel afición napolitana, aglutinando además a uno de cada cuatro tifosi de todo el sur de Italia. El estadio Diego Armando Maradona puede ser de largo el más caliente de toda la liga transalpina, y no sólo por sus elevadas cifras de asistencia, sino más bien por los decibelios y el colorido que adquieren sus gradas.
No deja de ser curioso que, entre la camaradería que se forja de vez en cuando entre aficiones, los partenopeos hayan estrechado lazos con los fanes del Celtic Glasgow y del Borussia Dortmund. ¿Sirve como aval de su fidelidad y animosidad inquebrantable?
En Nápoles se vive, se siente el fútbol. Con un antes y un después desde la llegada de Maradona, pero que se conserva hasta nuestros días.
Fans en acción